Mucho pueblo para tan poco dirigente por Julio César Calderón

Desde aquel primero de julio del 2018 donde el Movimiento Regeneración Nacional pintó de guinda prácticamente todo el país de la mano del ahora Presidente Andrés Manuel López Obrador, las disputas por el poder dentro del partido parecen no tener fin.

Desde la entonces secretaria general, Yeidckol Polevnsky que, a pocos días de dejar su cargo en Morena, ordenó a la Secretaría de Finanzas del partido se pagaran 395 millones de pesos a dos empresas por contratos de obras de remodelación y mantenimiento de inmuebles que nunca se llevaron a cabo, según informó el ahora presidente interino.

Un Ramírez Cuellar, que fue incapaz de resolver el tema de renovación de dirigencias y que ignoró los llamados de la autoridad electoral para formalizar la estructura interna, consecuencia de lo anterior es hoy el INE quien tiene que sacarle el trabajo, pero eso sí, se le acusa al órgano de gobierno de meterse en asuntos partidarios y de violar la ley, de ese tamaño es la incongruencia. Tal pareciera que Cuellar quiere aferrarse al poder del hasta ahora partido hegemónico utilizado artimañas del viejo régimen para poder concretarlo.

Las descalificaciones entre los que pretenden tomar las riendas del partido lopez-obradorista salen a la luz pública todos los días. Un Gibrán Ramírez molesto al no salir bien posicionado en las encuestas realizadas por el INE, una Yeidckol Polevnsky que a pesar de los señalamientos en su contra sigue buscando timonear el partido, un Muñoz Ledo que de manera soberbia se dice ganador y ataca a todos por igual y un Mario Delgado que desgastado por su cargo en la Cámara de Diputados es acusado de derroche en publicidad.

¿En qué se ha convertido morena?, ¿en un botín político?, ¿dónde quedó el movimiento por la transformación?

El Presidente López Obrador no se ha metido en temas internos del partido, pues asegura que ahora gobierna para todas y todos los mexicanos, sin embargo, ha mandado mensajes desde Palacio Nacional, donde se puede notar su molestia por la falta de organización y respaldo a su gobierno, a tal grado que ha llegado a advertir que de seguir actuando de manera facciosa el se haría a un lado del partido, pues asegura, no se puede seguir manejando la misma política de antes, y es que hay que decirlo MORENA se perrediza cada vez más.

La polarización dentro del partido aumenta diariamente, pues pareciera una guerra de todos contra todos, olvidándose que lo primordial es darle soporte al gobierno del Presidente López Obrador y ser un puente para lograr la llamada “Cuarta Transformación”. Es lamentable ver como la militancia se hace pedazos por la aspiración de tener un cargo público, y es que no entienden que MORENA es más que eso, morena es un partido del pueblo y para el pueblo, que busca el bienestar social y la implementación de una nueva manera de hacer política.

La moneda está en el aire y el futuro del partido guinda es incierto, por un lado está Porfirio Muñoz Ledo y por otro Mario Delgado, dos proyectos diferentes, dos caminos, con sus pros y contras, pero de lo que podemos estar seguros es que es mucho pueblo, para tan poco dirigente…