El terror de ser niña y vivir en México, por Nuria Hernández Abarca

 El terror de ser niña y vivir en México, por Nuria Hernández Abarca

Hablar de la infancia en México, es hablar de un sin número de violencias, discriminaciones y violaciones a los derechos humanos, a los que se enfrentan niñas y niños en todo el territorio nacional, afuera en la comunidad, adentro de los “hogares”, al interior de las escuelas, en las redes sociales, etc.

Las niñas en la realidad nacional, se enfrentan a una doble o triple condición de vulnerabilidad, que les da su condición de género, de edad y origen étnico, aunado a lo anterior, viven innumerables realidades de violencia que en un estado adulto céntrico son permitidas y normalizadas, como el caso de los embarazos infantiles, los abusos sexuales, la pornografía infantil, la trata de niñas en diversas modalidades como los matrimonios infantiles forzados, las adopciones falsas, la explotación sexual, entre tantas formas de violencia a los que las niñas en México se exponen día a día.

Sumado a estas lamentables realidades, la sociedad cómplice, indiferente y tolerante de estas formas tradicionales de justificar la violencia contra las niñas, evidencia que seguimos siendo un país donde las y los niños no son sujetos plenos de derecho y que el interés superior de la infancia pasa a un segundo término cuando de derechos y su exigibilidad se trata.

Esta situación de violación de derechos humanos, se evidencia mucho más en las niñas, la Declaración Universal de Derechos Humanos que proclama que la infancia tiene derecho a cuidados y asistencia especiales y que debe de garantizarse el interés superior de la infancia sobre todas las cosas, se queda a un lado cuando observamos que el fenómeno de la violencia trastoca la realidad de la infancia y en el caso de las niñas las condena a finales trágicos como la muerte.

El feminicidio en México y su reconocimiento han pasado por un largo camino, desde el teórico, pasando después por el jurídico y enfrentando el camino de la construcción de políticas públicas que garanticen que su reconocimiento y prevención, sea una herramienta para el acceso a la justicia de las mujeres.

c68c97cd 0a6d 469c bb96 5647a9266cf5 1

En el caso de las niñas, debemos de replantearnos la necesidad de señalar en la norma, la forma en la que ellas también mueren por su condición de género, lo que no se nombra no existe y el reconocimiento del “”feminicidio infantil” en la norma y en las políticas públicas, es una imperante necesidad cuando observamos con terror que cada día más niñas mueren en una clara demostración de violencia feminicida que no está siendo nombrada y visibilizada como tal y que en muchas ocasiones se disfrazada de otros términos legales como “Homicidio en razón del parentesco o relación”, o en el caso del código penal para el estado de Michoacán de Ocampo “Homicidio de persona menor de edad”, dejando a un lado toda una línea de investigación clara… murieron también por el hecho de ser niñas y vivir en un Estado misógino y permisivo a la violencia estructural.

La violencia feminicida, abraza esferas infantiles, y se sigue reproduciendo en una sociedad que sigue viendo a las niñas como cosas, no como personas, invisibilizando todas las lamentables realidades a las que todos los días se enfrentan.

El mensaje es claro, no importa la edad que tengan cuando de misoginia y violencia de género se trata.

La deuda con las niñas sigue siendo muy grande, trabajemos para generar el marco jurídico y la política pública que les garantice su derecho a vivir una vida libre de violencia y desigualdad.

Avatar photo

Redaccion Indicio Michoacán

Redacción

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.