Columna: Monarcas Morelia, “el equipo prestado”

 Columna: Monarcas Morelia, “el equipo prestado”

Por Alejandro Herrejón

En 1996 la empresa televisiva TvAzteca adquirió al Club Atlético Morelia, el equipo de los michoacanos y los paisas, una cuadrilla de entrega, garra y corazón, pero con poco billete (que es más que la verdad).

Con la llegada de esta empresa y la inyección de billetes, nuestro equipo cambió de rostro, en tan solo un año nos volvimos suspirantes, y digo suspirantes porque suspiramos y disfrutamos esa liguilla del 97, donde en cuartos eliminamos al América; si ya era un rival odiado se volvió aun más por el duelo de televisoras, un 4-1 global recordando el grito de gol del “mudo” Juárez y Claudinho.

Más tarde, una fatidica eliminación contra las Chivas, una semifinal que terminó en 1-1, y el partido de vuelta se alargó hasta que las Chivas metieron el empate global con gol del “Tilón” Chávez al minuto 96′. Así nació el nuevo sueño de la afición purépecha: los canarios, los ates, una afición con sed de gloria.

La identidad

Apenas disfrutando las mieles de ser un equipo respaldado por una empresa poderosa, los nuevos dueños nos definieron como un equipo sin identidad y en 1999 nos dieron un nuevo “Monarcas Morelia“.

Una identidad que causó confusión y no convenció a muchos, siempre nos cuestionamos: “¿era por las mariposas que emigran cada año a nuestro estado o por los antiguos monarcas del territorio?”

Bueno, todo esto se olvidó en el invierno del 2000, la primera y única vez que tocamos el cielo, un equipo de veteranos sólidos como Comizo, Franco, Almirón, Davino, Pavón y Lozano; jugadores que alcanzaron su máximo como Chávez, Heriberto, Noriega y Alex; y un puñado de jóvenes que entregaron el corazón como Alarcón, Morales, Trujillo, etc.

Una definición en penales contra el mejor equipo del momento y el que posiblemente sea el delantero más letal de la historia del fútbol mexicano, “El Charrua” José Saturnino Cardozo; Comizo salvaguardando la meta, pagando una deuda que tenía consigo mismo y Heriberto definiendo en el último disparo desde el manchon penal.

La ciudad explotó y vibró toda la noche, una noche inolvidable para los que la vivimos, y un anhelado antecedente para las nuevas generaciones, la realidad es que estuvimos en las nubes por varios años, codeándonos con los grandes, perdiendo un par de finales contra Toluca y Monterrey, teniendo grandes actuaciones en Libertadores y quedándonos en la orilla, eramos los Monarcas.

La competencia directa

Para el 2010, TvAzteca logró la propiedad de Jaguares de Chiapas, una plaza que prometía pero que nunca se consolidó, la inversión era dividida y esto se notó en el equipo, aún dio su último grito, una final en el clausura 2011 contra Pumas, dirigidos por quien probablemente sea el técnico más amado por la afición, el señor Tomás Boy Espinoza.

Ya con nuevos ídolos en el plantel y una dupla que hicimos como propia con Sabah y Márquez sufrimos una derrota, la última final jugada, el último día que rozamos la grandeza.

La última bocanada

Con un pacto para comprar al Atlas, pero sin ser aún oficial, nuestro equipo los enfrentó en la final de Copa Mx, una final que arrancó a modo, pero se complicó cuando Carlitos Morales se fue expulsado, un partido con muchas emociones de principio a fin, un partido que se sintió a flor de piel, pues la gente sentía a su equipo olvidado, otra definición de penales, ahora Federico Vilar el héroe, con el dueño Ricardo Salinas disfrutando el triunfo de su equipo, el último día que lo vimos en el Morelos.

Con el Atlas como prioridad para TvAzteca se fue debilitando al equipo: “nos desmantelaron”, acusaba la afición. Un equipo que se desvaneció, pasó de jugar liguillas a pelear el descenso, como un mueble viejo nos fueron olvidando, invertían en jugadores baratos, si subían su nivel los vendían, pero los refuerzos de calidad no llegaban.

Un equipo de poca calidad, pero muchísimo corazón, con torneos para llorar y rozando el descenso nos volvieron: “el equipo de la fuerza”, y así aguantó la afición, siempre fiel no se aspiraba a nada, pero la afición nunca se rajó, al final tratamos de regresar a las glorias, con Guede y su estilo de fútbol volvimos a soñar, pero nos arrancaron ese sueño de raíz, de un día para otro decidieron llevarse a nuestro equipo, nuestra historia y nuestra pasión…

“NOSOTROS NUNCA LOS ABANDONAMOS, ELLOS NOS ABANDONARON A NOSOTROS”.

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Redaccion Indicio Michoacán

Redacción

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